domingo, 1 de abril de 2018

La Acrópolis de Trento

Es el faro de la ciudad que desde lo alto nos observa en nuestra cotidiana rutina.
A la otra orilla del Adige se erige esta formación rocosa llamada Doss Trento convertida en lugar de culto, arqueología y desde la cual tienes las mejores panorámicas de Trento y si eres amante de los atardeceres este lugar será uno de tus favoritos.
Fotografías tomadas desde el Puente de San Lorenzo
y la otra desde Cognola

  
Para subir tienes 3 modos: a pie, en bici o en coche (cuenta con parking). Arriba de estas palabras he subido una foto de uno de los mapas informativos que puedes encontrar en el entorno, ya que para acceder en coche debes estar un pelín atento pues la salida para entrar está un poco a lo "mecagüen", como dicen en mi tierra. A no ser que no lo necesites no te recomiendo coger el coche.



Para hacerlo a pie, amiga/o lectora/or, lo primero es coger mucho, mucho aire y paciencia puesto que las escaleras y la pendiente son un poco duras. Pero cuando algo te cuesta conseguirlo se disfruta el doble, ¿verdad?
Más o menos, dependiendo de lo en forma que estés, podrás tardar en subir entre 15 ó 20 minutos.Nada complicado. Para todos los públicos.


Realmente interesante de este punto en la ciudad de Trento es, singularmente, el monumento funerario (mausoleo), dedicado a Cesare Battisti que es esa construcción circular que llama la atención desde cualquier punto. Como veréis en las fotografías que hice se aprecia el diseño circular en base a una columnata inspirado en el clasicismo. Se realizó durante los años del Fascismo reclamado como héroe nacional.
Además es uno de los mejores lugares para tomarse un respiro de la vida de ciudad, pues el pequeño prado de césped en lo alto es más que lugar idóneo para ir a tomar el sol, hacer un picnic, leer, etc.
Pero quizás muchas personas se animen a subir para conocer qué es ese mausoleo y su significado ya que de manera gratuita puedes entrar en su interior y profundizar más en su vida y su papel histórico. Cesare Battisti es uno de los ciudadanos trentinos más importantes del siglo XX, recordado de manera heróica en todos los pueblos y ciudades del trentino a través de sus calles y plazas. Trento, en la primera veintena del siglo XX (hasta el final de la Primera Guerra Mundial -1918-), era territorio del Imperio Austrohúngaro y Battisti fue una figura que defendió la separación del Trentino para incorporarse al Estado italiano (Reino de Italia por aquel entonces). Diputado en las Cortes de Viena y posteriormente miembro de la Dieta de Innsbruck.

Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, Battisti se enrola en el ejército italiano haciendo frente al Imperio austríaco y siendo capturado por éste en 1916, será ajusticiado y ejecutado en Trento por traición a la patria.
Paneles del museo en el interior del mausoleo

Battisti está dentro de uno de los movimientos políticos más característicos del momento: "irredentismo".  Esto hace referencia a la aspiración del Pueblo a completar la propia unidad territorial nacional conquistando tierras sujetas a un dominio extranjero en base a una identidad étnica o un precedente de conexión histórica. Es una línea política defendido por los movimientos nacionalistas. Un monumento de aquel periodo es la gran escultura dedicado a Dante frente a la estación central de trenes de la ciudad. 

Una vez visitado la visita a la Acrópolis no acaba y es que a pocos metros del mausoleo de Battisti se encuentra una de las joyas arqueológicas de la ciudad. Hace unos años se recuperaron los cimientos de una basílica paleocristiana y esto nos indica el carácter sacro que se le dio a este lugar desde hace ya muchos siglos atrás. Y bajando siguiendo la carretera encontrarás uno de los museos más importantes de la ciudad, el dedicado a los Alpinos, del que os hablaré en otro momento por su característica arquitectura

Desde arriba, desde las alturas, todo se ve mejor. Con perspectiva.
 El centro histórico desde el Doss Trento

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