domingo, 21 de enero de 2018

Segovia y Trento

No hay casualidades que valgan o al menos todo tiene un sentido, un por qué. 

Callejero en el barrio segoviano de La Albuera

Desde que visité Trento por primera vez hace ya unos años siempre me llamó la atención esta pequeña iglesia de traza románica que se encuentra junto a la estación de trenes y el río Adige. La veía todos los días al ir a trabajar, la veía cuando me iba a coger un tren o a recoger a las visitas; la vi vestida de todos los colores (en tonos primaverales y otoñales, cubierta de nieve, gris en días lluviosos, etc.) pero nunca llegué a entrar, no sé... hasta ahora.
La iglesia es (desde sus orígenes en el año 1166) parte de la abadía de San Lorenzo de la cual hoy sólo queda la iglesia y algunos restos del claustro.Vamos allá.
 
Al rodear la iglesia descubrí sobre uno de sus muros una pequeña placa en la parte posterior, que casi pasa desapercibida por su tamaño y que incluso ni me llamó la atención pero por curiosidad me acerqué a verlo y a medida que me acercaba hubo una palabra que saltó hacia mí: "[..]SEGOVIANO[...]". Un recuerdo a la memoria de los teólogos castellanos que acudieron al Concilio por Carlos V en defensa del catolicismo frente al protestantismo. En concreto de Pedro de Soto, de Alcalá de Henares (que acudió a Trento y murió allí), y al segoviano Domingo de Soto, que desempeñó un papel importante durante el Concilio como confesor imperial. 



Pertenece a un antiguo monasterio benedictino, pudiéndose observar las las trazas del Románico y la austeridad en decoración (característico de las iglesias benedictinas), visto muy bien en el ábside y presbiterio. El gótico no pasó de largo y dejó sus influencias en el conjunto. Durante el Concilio, el convento acogió a ilustres teólogos de la Orden de los Dominicos. 

Pero como templo sagrado tendría los días contados: en el 1778 se usaría como cárcel, en el periodo fascista se destruiría el claustro y monasterio. Ya en plena Segunda Guerra Mundial fue destruida parte del campanario y de la iglesia. Se terminaría de reconstruir en el año 1955 bajo la Orden de los monjes minoritarios capuchinos. Se abre al público tras siglo como templo cívico.


Interior de la iglesia

La iglesia sufrió los ataques de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. 

Una imagen del conjunto monástico anterior al derribo del convento


 
Antiguos grabados de la ciudad de Trento donde se sitúa el convento
Como curiosidad, observad cómo el río Ádige tenía otro curso


Ayer y hoy de la iglesia. En primer término, las cubiertas de la estación de autobuses (ésta inundada)

Exterior del ábside en blanco y negro

Hoy ha quedado atrapada entre la estación central de trenes, la estación de autobuses y carreteras la pasan por delante y detrás. Quizás no un buen lugar pero una gran oportunidad para conocer una parte importante de Trento. Si pasáis y paráis por aquí es de obligada visita, una joya de la ciudad.

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